Llueve tanto en mi corazón,

que apenas puedo mirar la belleza del paisaje.

Me tatua la pena que veo en tus ojos

cuando lloran nostalgias.

Nostalgias que no son mías

como los labios de esa boca

donde quiero secar mi llanto...

Yo, solo soy una mujer

que te piensa y te quiere con el corazón encogido

porque sé que el tuyo nunca será mío.

Quizás alguna vez me recuerdes

en el resbalar de un pensamiento,
mientras muero de amor

por un beso...

Bailo con el viento

mientras se desprenden las flores

prendidas en mi pelo

y revolotean con el vuelo de mi falda

que baila como loca

al son que me provoca

la música de tus ojos.

Los miro, y son violines que no tocan,

improviso y me muevo al compas

de una danza que me quita el sentido,

y se mueve mis pies sin permiso,

y te alargo la mano y te invito...
pero no vienes

Pasión por la esquina de mi calle

donde enciendo las farolas de la imaginación

y bajo la tenue luz del alumbrado,

espero que llegue mi amor,

y no llega,

las farolas se van apagando

y ya salen los primeros rayos del sol.

Muere mi sueño entre la luz y el resplandor...

Un amor imposible

ha nacido como flor delicada,

¡tanto!, que está prohibido acariciarla.

Es como amapóla en un trigal,

el trigal tiene dueño

y la flor no puedo tocar
y todo se queda en sueño...