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* * * * *lda... Mucha melodía y pequeños retazos
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sábado



Cuando te siento en el perfil de mi cuello,
la sangre fluye con tropiezos,
se altera mi corazón,
mi pulso se acelera
y caigo rendida en la solapa de tu pecho
entre los pétalos de tus brazos
que me rodean
en dulces y musicales abrazos,
pero despierto de mis sueños junto a ti
y no estás a mi lado...
Me gusta como eres, así, tal cual,
con tu sontisa brillante
de perlas de río
y esos pillos ojos que al mirarme
me provocan suspiros.
Me gusta como eres tanto tanto,
que te quiero amor mío
y no me canso...
 Son voces de primavera
las que tengo en mis sentimientos
que me hablan de amores
en este cuerpo gastado y viejo.
Notas musicales que vuelan como golondrinas,
danzando por los campos
y llevando besos de tus mejillas a las mías...

Las rosas de mi jardín
se tornaron negras
cuando el respirar de tu aliento
dejo de rozar mis mejillas,
y me desangré en pétalos
mientras te vi marchar...
Amado mío,
te quiero tanto.
No sabes cuanto;
ni lo sabrás.
Si te consigo,
amado mío,
siempre conmigo
te quedarás.
Todo lo que tengo,
amado mío,
a tus pies está.
Para ti será.
Para ti lo guardé.
Todo lo que tengo,
amado mío,
desde que te vi
no me sirve a mi.




Usted es el culpable
de todo lo que siento,
sus requiebros sus halagos
me sirven de tormento.
Me dice el corazón
que son nubes de verano,
amores engañosos
llenos de luz y de encanto.
Usted es el culpable...
                                                                                                                                                                      
Si fuera golondrina,
haría un nido de azaleas en tu corazón
y pasaría allí las horas,
perfumando y disfrutando de tu amor
Contigo en la distancia
el mundo parece vacío,
pero cada vez que pienso en ti
se llena el amor mío,
de rosas y de claveles
con los que adorno mi pelo,
para bailar por soleares
aunque este sea un bolero...
Nunca olvidarás el sabor a mi,
él, quedó prendido en tus labios
y por muchos que otros beses,
los míos...
no podrás olvidarlos.
 ¡Ah si me quisieras!,
soplarían  todos los vientos
silvando melodías
en mis labios, de besos hambrientos.
Besos que nunca llegarán
porque lo imposible
es cierto...
Aurora que despiertas colores
en la madrugada de mis mañanas,
deja caer tu rocio
en los poros de mi cara,
y alimenta de humedad esta piel,
que vive de la vida enamorada.

Quisiera bailar hasta el amanecer
con tu música y la mía,
recordando viejo tiempos
donde las caderas y lo pies
libremente se movían
entre tiernas miradas
y suspirando melodías...
Solamente si me miraras,
se calmaría este dolor
que llevo dentro
como manojo de espinas
clavadas en mis sentimientos.
Sonríeme el alma
para que pueda seguir viviendo,
colgada como guirnalda
en el árbol de tus deseos.
¡Oh amor!
quien tuviera la música
de tus besos,
las notas melodiosas
de tus miradas,
y el pentagrama de tu vida
al otro lado de mi cama...
Comencé a bailar
entre las estrellas de mi alma,
y allí seguiré bailando
hasta caer rendida
en melodías y luces de esmeralda,
esperando que el ocaso se apague
con la luz de un nuevo amanecer...
vuela un amor sembrado notas
en el pentagrama de mi vida,
blancas son unas, negras son otras,
pero si no son las tuyas,
no escucho la melodía...
Eres tú,
el hombre con quien tanto soñé
y soñamos juntos después
girando
en nuestro mundo azul.
Un mundo azul que cambió
de color
cuando te fuiste,
siendo mi único amor...
Contigo en la distancia
amanezco cada día,
recordando a todas horas
lo que te quería.
Sigo regando las flores
de mis sentimientos,
para que no se marchiten
ni fuera ni dentro,
pero se termina el agua...
hay sequía;
mis pétalos secarán de melancolía.
El día que me quieras,
lloveran estrellas
sobre mi paragüas negro.
Brillará el sol en la ventana de mis ojos,
y de mi corazón, se desprenderan
los abrojos.
El día que me quieras
volveran las golondrina
anidar en mi balcón.

La vida es rosa
cuando el amor pinta de colores,
el jardín de los deseos
está lleno de flores,
y la lluvia de verano calma los calores.
Imposible no quererte,
cuando miro tu cara morena
aceitunada y con ojos que queman.
En las petañas de tu mirada
me he columpiado un día,
y fue tan hermoso el recorrido,
que bajarme del columpio
no quería.
Vuelve mi cielo a mirarme así,
y dormiré para siempre
en ti...
La vida es bella
cuando viene pintada de azul,
y el corazón no deja,
que rompan su visillo de tul,
tela fina y espesa
donde los huracanes de la vida,
no hacen presa.
El día que me quieras
desde todos los azules que se pintan
en el cielo...
vida mía, nunca encontraremos el negro.
Nuestros corazones
rojo intenso,
y nuestros labios de colores otoñales
formarán un bello lienzo,
hasta que aparezca
en nuestras vidas...
el color del crudo invierno.
Por ti volaré
en mi vuelo de quimeras,
y en mis sueños soñaré...
que algún día
tú me quieras

Fascinación
que abriga mis sentidos,
recuerdos de un primer día
mi corazón quedo vencido.
Ojos de camaleón
cambiando de colores,
trepó por la muralla de mis amores.

Cae la luna sembrando semillas
que dora el sol con sus rayos
de primavera,
y en los jardines 
vuelve la luna y riega,
lágrimas de amores
sobre los brotes que él calienta,
para que salgan flores.
Apareces 
detrás de los cristales de mis ojos
como sombra velada
donde se reflejan incansablemente
los tuyos.
Lagunas transparentes
donde me bañé un tiempo
hasta que secaron las aguas
de sus corrientes.
Hoy braceo en tierra seca...
buscando un horizonte
para mi corazón doliente.




En las lagunas de tu cara
quiero bañarme,
y nadar hasta fundirme
detrás de tus cristales...
Amor, mírame otra vez,
para que el cielo sea azul,
tus ojos me den su luz.
Necesito calidez.
Ay amor que vienes cantando
primaveras al mar,
tus notas de espuma
lleva el viento
que vuela amores con tus canciones.
Rie y baila el sol
al son de las olas,
descansando
en mi playa blanca...
Quisiera bañarme en la luz de tus ojos,
mientras miro el cielo azul copado de nubes
que van y vienen a sus antojos,
movidas por el viento de mis suspiros
que me provocan tus labios rojos.
La verdadera música del amor
es la que susurras en mis oídos,
cuando dices que me quieres,
como nunca has querido.
Dulces palabras
que guardo en el alma mía,
esperando fluyan nuevamente
resbalando por la piel de mis labios,
como los suaves besos de antaño...
Morir de amor
es cerrar la ventana al viento,
es poner un velo al sol,
quitar las estrellas del firmamento,
es el cielo gris marengo
contagiando al mar con su lamento.
Ay amor que vuelas con alas blancas,
no dejes de mirarme con tus miradas.
De espejos son tus pupilas,
donde veo palomas de amor
volando por las esquinas,
yo las espero con pasión,
para que aniden en el obelisco
de mi corazón.
Viniste a mi vida en otoño,
cuando las hojas de mis sentimientos
se marchitaban
y llegaban al suelo
para servir de alfombra
a los que se amaban.
Algo surgió en mi alma
levantando polvareda,
por donde vuelan mis hojas
formando enredaderas
que trepan el muro de las esperas...
Ay, María la portuguesa
desde Ayamonte hasta el faro
se oye este fado por las tabernas
donde bebe vino amargo
porque canta con tristeza
porque esos ojos cerrados
por un amor desgraciado
por eso canta, por eso pena.
Carlos Cano
Como rosa de otoño
voy perdiendo los colores,
los pétalos se marchitan
cuando llegan los vientos
de los albores.
Mi suelo ya no drena
y el sol no calienta...
en mi jardín,
las flores.
Ave que vuelas alturas
y anidas cerca del cielo,
llévale mis suspiros
al amor de mis anhelos.
Dile que le quise ayer,
que le quiero hoy,
y mañana...
le seguiré queriendo.
Abrázame con tus alientos,
trepa por la orilla de mi cuerpo,
y llega a la rosa de mis besos.
Allí descansa tus pasiones,
yo te ayudaré con mis desvelos
dándole alas a tus confusiones.
Serenade, es lo que quiero
en mis oídos de tu voz,
dulce y acompasada
como notas de piano o de guitarra,
sembrando suaves melodías de amor,
directamente a mi corazón...
Se acunaron en un bolero
tus ojos y los míos,
las notas chocaron brillos
de manatial caudaloso,
y el amor se volvió río...
Belleza de hombre
que te escondes a las miradas
de mis ojos,
déjame disfrutar de tu galante presencia,
y dormiré el sueño de las esencias,
melodías de otoño
y luces de candilejas.
En el azul de tus ojos
se pierden las nubes del cielo,
blancos visillos
donde se esconden
tus miradas de terciopelo.
Mírame con la música de tus palabras,
no se las des a nadie
yo quiero saborearlas
como dulces caramelos... 
en mis mañanas.
El angel de mi corazón
vuela hacia ti.
Ese buen angel que me queda,
pues me siento demonio
sin tu amor en la tierra...
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me dio el amor un día
y en mi corazón quedo grabado.
Gracias a la vida
que me dio tres luceros
que nunca están apagados,
y cada día cuando amanece
doy gracias a Dios,
por tener tanto.
Amapola que estás en los campos
préstame tus colores,
tu talle largo,
y de hechicera
ese tu encanto,
para embrujar al amor...
de mis quebrantos.
Quiero en mi jardín, flores y mariposas,
ser viento entre ellas rozando pieles,
y dejen en mi sus esporas
llenas de mieles.
Soledad que estás pegada a mi piel,
huérfana de caricias y de miradas,
abandóname por un día,
para que venga mi amor secreto
por el borde de mi almohada,
y en mis labios se quede dormido
de la noche a la mañana...

Corazón con corazón,
así quisiera anochecer
unida a tu piel,
y sentir el calor del amor,
bailando pegados
hasta el amanecer...
Anidaron glondrinas
debajo de mi balcón,
las oi llorar lágrimas de sangre,
y se asustó mi corazón.
Desde aquel momento,
bailo boleros de dolor
en soledad y sin amor.
Creí que me querías,
a la luz de aquel candíl
me lo digiste,
y vi que era mentira
cuando pasado el tiempo no viniste.
El piano de mis sentimientos
con lienzo de seda está tapado,
y solo se destapará
cuando a tocar vengas tú,
aquella melódia del pasado...

Vuelan mis pensamientos
al compas de violines,
teñidos de dulces notas
que siembran de caricias
los campos de mi piel...
........ se cerraron
las sombras de esos labios
dejándome sin tu voz.
Y
hoy
llueven
recuerdos que van
al mar….......
Al compás de un tango,
mis ojos cruzaron con los tuyos
y con pasos de miradas enamoradas,
 dos almas
quedaron prendadas.
Con el roce de tu rostro,
los poros se transmitieron
amores que allí prendieron
hasta que volatizaron...
¡Es tanta la melancolía
que me invade cuando
siento que mi amor,
ya no abre las sombras de tu corazón!,
que me alejo
llorando melodías...
y te digo adiós.
¡Bella Andalucía!
me robaste el corazón cuando era niña,
y al decir tu nombre,
se llenan mis labios por alegrías,
recordando con tus letras
a otra bella... que me dió la vida.
¡Anda-LUCIA!

Eres tú
la más bella melodía
que se ha colado en mi corazón,
sembrando sueños
de primaveras
en el ocaso de mi vida,
cubriéndome de ilusión.